Más del 30% de los animales que se regalan en Navidad son abandonados o cedidos meses después.
Un animal no es un juguete que se tira cuando te cansas o está viejo, es un ser vivo que necesita muchos cuidados y un dueño responsable. Un fiel compañero que te acompañará durante toda su vida.
Tener una mascota es una decisión muy personal que debe ser meditada y consensuada por toda la familia para repartir las obligaciones y responsablilidades. Y si lo tienes clarísimo, no compres y adopta, salvarás una vida.
Antes de introducir una mascota en la vida de una persona hay que analizar varios aspectos:
- ¿Realmente quiere una mascota? Primero hay que asegurarse de que la persona que va a recibir al nuevo compañero lo desee realmente. Es una gran responsabilidad y, por lo tanto, debemos saber si esa persona está dispuesta a hacerse cargo de la mascota durante toda su vida que puede ser muchos años.
- ¿Tiene tiempo para atenderla? Una mascota requiere muchos cuidados y atenciones, alimentarla adecuadamente, ocuparse de su aseo, de una buena atención sanitaria… Es decir, hay que dedicarle mucho tiempo, para jugar con ella, sacarla a pasear y educarla, detalles que requieren paciencia y tiempo libre.
- ¿Puede permitirse el gasto? Otro factor importante a tener en cuenta es el económico, ya que mantener a una mascota supone un gasto considerable en vacunas, visitas al veterinario, alimentación y otros cuidados. Hay que asegurarse de que la persona en cuestión pueda y quiera afrontar todas las responsabilidades que eso conlleva.
- ¿Dónde vive? Es fundamental saber dónde vive el futuro dueño de la mascota. Si vive en una casa con mucho espacio, podemos plantearnos regalarle un perro de mediano o gran tamaño; si vive en un piso pequeño, tendremos que olvidar esa opción y elegir una mascota más adecuada.
- ¿Hay personas alérgicas en su casa? No podemos olvidar que hay personas alérgicas a ciertos animales, una condición determinante a la hora de elegir mascota.
- ¿Sabes qué le gusta? No tiene sentido regalarle una tortuga a alguien al que no le gustan los anfibios. Es mejor asegurarnos de que nuestra elección será de su agrado y, si no estamos seguros, no arriesgarnos.
- ¿Qué necesidades tiene? Otro factor que nos puede ayudar a tomar esta importante decisión son las necesidades de la persona a quien va ir dirigido el regalo. Si es un anciano, seguro que agradece la compañía de una mascota, pero tendrá que ser un animal que no requiera demasiados cuidados. Para un niño, por ejemplo, podemos elegir uno simpático y juguetón, que le dé energía y le aporte optimismo.
¿Y si los niños piden una mascota?
Los pequeños de la casa suelen ser los grandes demandantes de mascotas. Para ellos, un gatito, un perrito o un conejo es un compañero de juegos y de actividades con el que crearán un fuerte vínculo de amistad. Sin embargo, regalarle una mascota es una decisión que hay que meditar seriamente.
Por un lado, hay que educar previamente al niño para enseñarle que una mascota no es un juguete, sino un ser vivo que tiene sus necesidades, que exige un gran esfuerzo y dedicación. El niño deberá aprender a cuidarlo y a cumplir ciertas obligaciones para con su nuevo amigo. No obstante, no se podrá encargar de todo, así que los padres también tendrán que estar dispuestos a encargarse del animal en aquellas situaciones en las que su hijo no pueda hacerlo. Hay que asegurarse de que tanto el niño como los padres se responsabilizarán de la nueva mascota.
Fuente: hogarmania.com