Más allá del perro y el gato, hay muchos animales que hacen compañía a millones de españoles. De hecho, los pájaros son las mascotas más comunes en nuestro país, con 5,1 millones de ejemplares, según datos de la Asociación Madrileña de Veterinarios de Animales de Compañía (AMVAC). Hay contabilizados 5,1 millones de perros, 3,9 millones de peces y 2,2 millones de gatos.

Loro

Los loros son aves muy inteligentes que necesitan mantener actividades sociales con sus dueños y recibir estímulos todos los días. «El picaje (cuando se arrancan las plumas por ansiedad) es un problema común por falta de socialización y de estar entretenido», explica Iris, veterinaria en el centro Kliper. Los dueños deben dedicar muchas horas a estas aves y un entorno muy cuidado, con estímulos visuales y actividades que puedan practicar. En el caso de no poder ofrecer una habitación y solamente una jaula, esta debe ser del mayor tamaño posible y es importante que pueda recibir la luz del sol con cierta frecuencia y aire fresco. Los veterinarios del Hospital El Bosque recuerdan que las mezclas de semillas que se venden en las tiendas suelen ser deficientes en nutrientes y recomiendan que el pienso para loros sea su comida principal, acompañado de verdura y fruta fresca. No deben ingerir cacao, aguacates ni alimentos curados con sal. Cada especie de loro requiere de unos cuidados concretos que deberemos preguntar en el veterinario. Por ejemplo, el loro gris tiene unas necesidades especiales de calcio.
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Conejo

Un conejo puede vivir hasta 10 u 11 años, lo que supone un gran compromiso por parte del dueño. Según Blasco, de la protectora La Madriguera, los conejos no deberían vivir en una jaula. Lo ideal es una habitación donde puedan estar sin vigilancia y sin cables a la vista o bien un recinto de al menos 4 metros cuadrados. «Puede vivir perfectamente suelto por casa y se puede acostumbrar a hacer sus necesidades en una bandeja», afirma. Hay que esterilizarlos para evitar problemas de salud y para facilitar la convivencia con otros miembros de su especie. «Son animales gregarios y su vida no es adecuada en soledad. Encerrarlos en solitario es cruel», indica Blasco. En cuanto a la alimentación, además del pienso para conejos es muy importante darle heno, que debería ser su comida principal, y verdura de hoja fresca. Alimentarlo solo con pienso es perjudicial, mientras que una comida adecuada ayudará a evitar problemas en el tracto intestinal.

 

Tortuga acuática

El pequeño acuario y la mezcla de gambas que venden en la tienda de animales no son suficiente para mantener a una tortuga acuática. «La gran mayoría están mal mantenidas. Es lo típico que se regala a los niños sin saber que es un animal que puede llegar a pesar un kilo y pico y que necesita muchos cuidados», lamenta la veterinaria del centro Kipler. Debido a los frecuentes abandonos de sus dueños, la venta de galápagos de Florida está prohibida por haberse convertido en una especie invasora. Uno de los errores más comunes es la alimentación, que no se puede basar en las gambas. Necesitan un pienso específico, carne roja, pescado blanco, verduras y frutas, todo ello en función de la especie de tortuga. Deben ser alimentadas en el agua para poder tragar la comida. El acuario necesita ser grande para que haya abundante agua y deberá estar equipado con una fuente de calor y luz solar o ultravioleta, además de una plataforma donde el animal pueda tomar el sol y descansar.
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Hámster

El hámster es un roedor que suele vivir entre 1 y 3 años. Debido a su corta vida y a que su mantenimiento es relativamente sencillo, es un animal que se suele regalar a los hijos y es frecuente que lleguen con las patitas rotas a la consulta del veterinario por caídas y descuidos de los pequeños. Los padres siempre deben supervisar el trato de sus hijos con las mascotas. A diferencia de otros animales, como los conejos, pueden vivir en una jaula de un tamaño mínimo recomendado de 70 centímetros. Eso sí, necesita salir a corretear cada día y en los paseos por casa hay que evitar a toda costa la bola, un juguete que compran muchos dueños para que el animal pueda correr sin peligros por el hogar. «Con la bola no puede oler ni husmear y se agobia mucho», explica Blasco. El hámster se alimenta de mezclas de semillas que venden en tiendas de animales y en internet, pero hay que asegurarse de que sean productos de calidad. Otra opción es preparar una mezcla casera, siempre con la supervisión de un veterinario especializado en exóticos. Por otro lado, no son animales gregarios. «Tener varios puede ser peligroso porque se pueden llegar a matar», advierte Blasco.
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Iguana

Aunque en las tiendas de animales las iguanas son pequeñas, cuando crecen pueden llegar a medir dos metros y con el tiempo habrá que comprar otro terrario acorde a su tamaño. Es una de las condiciones que provoca su abandono, pues las familias no prevén que crezcan tanto. El terrario exige una inversión importante. Debe ser cerrado para retener la humedad y el calor y deberá tener varias ramas donde el reptil pueda trepar. También necesitan un recipiente de agua donde puedan bañarse, papel prensado o césped artificial, una temperatura de unos 25 y 32 grados (con piedras de calor, por ejemplo) y luz ultravioleta. Su dieta se compone en gran parte de verdura, en concreto hojas fibrosas, y ocasionalmente fruta y complementos de calcio. Todos los cuidados son necesarios para que no caigan enfermas y es esencial informarse de todos los detalles. «Los reptiles enferman de forma lenta, a veces no se empieza a notar hasta varios años después», explica Iris. Dentro de los lagartos, la pogona es más fácil de mantener, mientras que los más delicados son los camaleones, los animales que «más sufren la inexperiencia» de sus dueños, según la veterinaria.
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Peces de agua fría

Pez dorado, pez beta, neón chino… Aunque hay muchas especies comunes en las casas y cada una requiere de unos cuidados específicos, podemos seguir unas líneas generales para ofrecer el entorno adecuado a estos pequeños animales. Para mantener peces en casa es necesario invertir en un buen acuario y huir de las peceras. Un error muy común es encerrar a los peces rojos en las típicas peceras circulares, muy pequeñas y sin una correcta oxigenación. A la hora de elegir la especie, hay que escoger aquellas con las mismas necesidades de temperatura y alimentación. También es necesario que tengan el suficiente espacio para nadar y habrá que colocar un filtro. De todas formas, la colocación de un filtro no exime de la necesidad de conocer el ciclo de agua y hacer cambios de agua frecuentes. La mejor técnica es empezar poco a poco e ir aumentando con más ejemplares, decoraciones y plantas a medida que se avanza en el aprendizaje. El acuario es el hogar de los peces y por ello no es conveniente abusar del número de limpiezas ni recolocar con frecuencia sus elementos. Es necesario tener paciencia y observar atentamente a los animales para detectar señales de enfermedades. La falta de apetito, el aislamiento o cambios drásticos en las escamas son signos de algún tipo de problema.

Y como siempre recomendamos… si tienes cualquier duda, mejor consulta a tu veterinario de confianza

 

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