La gestación es una etapa de la hembra que despierta muchas dudas entre los propietarios, es uno de esos momentos en los que hay muchos contactos telefónicos y varias visitas a lo largo de dos meses en los que el veterinario tiene mucho que aportar.
Control sanitario
Lo ideal sería que la perrita o gatita ya estuviera vacunada y desparasitada y que durante la gestación desparasitásemos a partir del día 45 con fenbendazol para evitar la transmisión vertical o lactogénica de nematodos. Cuando nos encontramos ante una perra sin vacunar, no vamos a recomendar nunca que se vacune durante la gestación a no ser que tenga un riesgo real de adquirir una enfermedad y, en ese caso, siempre con vacunas muertas y al comienzo del proestro.
La aplicación de antiparasitarios externos puede tener efectos perjudiciales; la elección del producto será supervisada. Generalmente nuestros clientes suelen consultar algunas dudas sobre la desparasitación tanto externa como interna con el personal auxiliar y de ahí la importancia de conocer bien los productos presentes en el mercado y sus contraindicaciones.
En general, recomendamos aplicar tratamientos en pipeta sin contraindicaciones para la camada y que controlen también el ambiente; recordemos que vamos a preparar una zona para los cachorros que va a ser perfecta para el desarrollo de las pulgas.
Control de la gestación
En cada una de las visitas que vamos a proponer a nuestros clientes vamos a realizar una exploración clínica completa a la perra o gata y al final nos centraremos en el aparato reproductor. Es importante conocer el estado general del animal porque para que una gestación llegue a término con éxito deben funcionar correcta y sincrónicamente todos los sistemas: inmunológico, endocrino, cardiorrespiratorio, nervioso, locomotor, etc. Cualquier evento puede suponer un problema para la gestación, por sí mismo o por la medicación que apliquemos para su control.
Los clientes suelen hacer preguntas muy comprometidas sobre la importancia o no de realizar chequeos a las mascotas, y más en estos tiempos de crisis económica. Pues bien, a nuestro parecer debemos recomendar siempre las revisiones porque el diagnóstico precoz de enfermedades permite actuar sobre la perra o la gata cuando los cuadros no son graves; las mayores complicaciones durante la gestación se centrarán en el útero que suele mostrar síntomas cuando el problema es grave y nos obliga a actuar con urgencia en muchas ocasiones.
Durante la exploración física revisamos lo de siempre: el peso y la condición corporal, el color de las mucosas, los órganos de los sentidos, el estado de la piel y el pelo, etc. También palpamos los ganglios y el abdomen, y los auscultamos. Otro aspecto importante es la anamnesis sobre la alimentación y la eliminación, si llevan o no control de parásitos, etc. Si sospechamos que algo no está perfecto encargamos una analítica de sangre, orina o heces. A este respecto recordamos que la hembra gestante puede darnos resultados distintos a los de la no gestante sin ser patológicos: hematocrito menor, leucocitosis leves, elevación de proteínas totales, factores de coagulación, etc.
Visita control a los 30 días
En la visita control del día 30 en la mayoría de las gatitas y en muchas perritas pueden palparse las tumefacciones uterinas, diagnósticas de gestación; puede usarse un test de relaxina para la detección en sangre de esta hormona y puede realizarse también ya una ecografía abdominal para comprobar si las placentas están funcionando bien y si los fetos son viables por el momento. Según sea su desarrollo en ese momento se puede determinar la fecha del parto con bastante exactitud, muy útil cuando no se conoce la fecha de la monta.
En casos de fetos no viables o de abortos permite anticiparse a infecciones uterinas posteriores que son de atención urgente cuando presentan los síntomas.
Si la hembra está gestante, a partir de este momento realizaremos cambios en su dieta y recomendaremos la desparasitación para el día 45 aproximadamente, con fenbendazol. El personal auxiliar debería preparar unas pautas escritas porque los propietarios reciben mucha información en una sola visita y a las pocas horas suelen tener muchas dudas sobre fechas, productos, comida, consejos, etc.
A partir del día 42-45 ya son visibles por radiografía los fetos y recomendamos realizar una radiografía durante la última semana de gestación para contar el número de animales (esto nos permitirá saber cuándo ha finalizado el parto) y en algunos casos podremos anticiparnos ante partos distócicos.
En esta visita volveremos a pesar a la perra o la gata, a explorarlas, a preguntar a sus propietarios todo lo referente a alimentación, actividad, etc.
Llámanos y te ayudaremos en esta etapa tan importante y tan emocionante 985 11 62 22
Fuente: Inmaculada Manresa, Manejo de la hembra gestante, Ateuves 43, pp. 30-35.